Ya no hablamos más
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17 ene 2017
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Relatos
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Ya no hablamos más
Y por más que quiera escribirte…
Ya no hablamos más.
A veces, cuando estoy sola y fijo mi mirada en el techo,
vienen a mi mente tantos recuerdos.
Como aquella vez que nos reímos al ver esa película que
tanto detestabas, la viste por mí.
Como ese día que te obligué a comer ensalada. ¡Odias la
ensalada!
¿Qué harás ahora? ¿Estarás dibujando como solías hacerlo?
¿Estarás comiendo el cereal que tanto te gusta?
A veces deslizo mi mano entre las sabanas buscando tu
cuerpo, pero ya no está ahí.
Por más que deseo escribirte, no puedo hacerlo.
No puedo volver a herirte.
Sé que no somos el uno para el otro, sé que ambos nos
hacemos daño, pero extrañarte tanto, duele
Necesito de ti y necesito ver tu sonrisa, necesito que me
digas en las noches que todo estará bien, necesito sentir tu aliento en mi
espalda, lo necesito.
Aunque ya vi que estás con alguien más. No sé si sentir
alegría o tristeza, por un lado me alegra saber que eres feliz, pero por el
otro me duele que no sea conmigo.
Lo intentamos tantas veces, tantas veces quisimos que
funcionara; pero somos incompatibles.
Aun así este amor permanece en mí, así como aún permanece
en mi boca el recuerdo de la tuya.
¿Pensarás tú en mí? ¿Me dedicarás un minuto de tu tiempo?
Quizá si tú me escribieras volvería corriendo a tus
brazos, quizá si aparecieras frente a mi puerta me entregaría de nuevo a ti.
Pero no lo harás.
Te conozco, yo tampoco te buscaré.
Porque ya no hablamos más.
No hablaremos más.
¿Sabes que es triste? Tener cinco años de relación con
una persona y ver como todo se disuelve en el tiempo.
Nosotros pasamos de ser una realidad a ser simples
recuerdos.
Yo no quiero que se borren, no quiero perder nuestra
historia, pero creo que ya tú creaste una nueva.
En este momento mi celular tiembla en mi mano, espero una
llamada tuya, es mi cumpleaños; pero nada llega.
A mi lado hay una persona que en tu ausencia me ha
acompañado, que a veces por instantes me hace olvidarte, pero no es suficiente.
Mi corazón no te abandona.
Sigues en mi mente, sigues en mi cuerpo, sigues latiendo
en mi pecho.
No sabes cuánto deseo decirte que te amo, que quiero que
volvamos, que quiero intentarlo; pero tú ahora pareces estar feliz sin mí.
En tus fotos una sonrisa aparece en tu cara, tu mano
reposa en el hombro de una mujer, una mujer que parece que te ama; aunque dudo
que te ame tanto como yo.
De todos modos ¿De qué vale ya? Tú lo has superado, me
has olvidado.
—Andrea— escucho que me llaman— ¿Nos vamos ya?
El restaurante donde me encuentro está lleno de gente,
pero aun así logro escuchar la pregunta de él, la persona que se supone que en
algún momento va a reemplazarte.
Asiento, ya nada es como antes. No veo las cosas de la
misma forma, hace un año, un día como hoy, yo estaba en el cine, contigo; nos besábamos
y reíamos mientras veíamos la película.
Pero ya no estamos juntos.
Ahora es otra persona que toma mi mano para salir a
caminar.
Guardo mi teléfono en el bolsillo confiada de que no
vibrará, después de todo, ya no hablamos más.
edit
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